Saturday, October 15, 2005

Contrastes o de los tramites de un colombiano

Desde el martes en la manana ha llovido de manera continua (y es en serio, no ha parado ni por un momento). Pese al uso cotidiano de la sombrilla, cada dia estuve mas empapado que el anterior por efectos del viento neoyorkino el cual genera el particular fenomeno atmosferico de la lluvia horizontal.

El martes tuve que ir a solicitar la visa para Mexico y Suiza. Llegue por supuesto a los dos consulados absolutamente empapado. Fui primero al de Mexico, en la calle 39 entre Park y Madison. Afuera, en la lluvia, esperaban unos diez mexicanos de manera paciente. En una primera instancia crei que iba a tener que esperar detras del decimo. Sin embargo pregunte y un sonriente policia me dejo pasar de manera inmediata. Adentro se hacinaban aproximadamente unos 100 mexicanos tramitando algun documento en compania de su esposa y sus hijos. Procedi al tercer piso por unas escaleras viejas y algo sucias, donde finalmente obtuve mi visa para Mexico despues de un par de meses de diferentes tramites tanto en NY como en Mexico D.F. Sumamente cordiales, eso si.

Despues me dirigi hacia el consulado de Suiza, el cual queda en la Avenida 3a entre calles 39 y 40. Llegue a un moderno edificio. Subi al piso 30. No habia absolutamente nadie en el consulado, el cual era adornado por varios cuadros de arte moderno y donde habia una comoda sala en la cual espere hasta ser llamado por una muy seria ciudadana de la Confederacion Helvetica. Me pidio los documentos para tramitar la visa. Me faltaba llenar la solicitud, por lo cual tuve que alejarme hacia un area previamente designada para realizar estos menesteres. Por la ventana observaba una de las mejores vistas del edificio Chrysler. Una vez lo complete le entregue nuevamente mis documentos. Me menciono que en la carta de la empresa no se explicaba de manera literal que absolutamente todos mis gastos serian pagados por ellos. No obstante la carta era expedida por mi compania quien solicitaba me tramitaran una visa para un viaje con fines de negocio. Como se que en estos casos es mejor no discutir entonces acepte mi yerro.

Tuve asi que alejarme a otra area previamente designada para el uso de telefonos celulares donde pude llamar y pedir realizar las gestiones respectivas para agregar esta frase en la carta, la cual fue enviada via fax al consul. Dicte la carta por telefono y unos cuarenta minutos despues me otorgaban la visa y me deseaban buen viaje con un frio gesto que algunos podrian interpretar como una sonrisa.

Sali a la calle, donde por supuesto seguia lloviendo. Tengo entendido que para Bolivia (pais de entranable carino y memorables recuerdos para Montenebro del Mar) no tengo que pedir visa, por lo que por lo pronto no tendre que asistir al consulado boliviano. Es sabado, y la lluvia se ha detenido.

1 Comments:

At 5:34 PM, Blogger J. said...

Montenebro..pero porque tanto resquemor con aquel pais que vio nacer a uno de sus viejos amores. A

 

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