En la silla del lado
El Mundo Segun Casabianca sale de gira por los proximos dias. La comunidad lectora sedienta de nuevo material puede estar segura que en pocas semanas encontrara nuevos posts.
Antes de un nuevo viaje en avion, siempre tengo la curiosidad de quien se sentara al lado mio. La ultima vez tuve la fortuna de quedar sentado en la ventana, al lado de una mujer de aproximadamente 287 anos. Pude presenciar las grandes dificultades que tuvo la senora a la hora de comer, una vez perdio su protesis dental debajo del asiento de enfrente. Casi se desbarato unas tres o cuatro veces, cuando intento salir de su silla al bano en el lapso de unas dos horas. Y por ultimo, la senora muy conciente de su salud llevaba una pequena cajita plastica con vegetales al vapor. Ah! Increible aroma el de los vegetales al vapor...
Y es que la clase economica de un avion, un gacela de lujo, o un tren al norte del nuevo estado de York, son como una gran ruleta de la suerte.
En un avion, nos encontramos atrapados por horas junto a una persona que por azar quedo en ese lugar. Recuerdo algo que ocurrio hace un par de anos en la sala de espera de El Dorado. Una diva colombiana esperaba sentada a que las azafatas comenzaran el abordo. Muchos, observabamos con curiosidad esperando quien tendria la fortuna de quedar al lado. Y no es de extranar. Basicamente era la unica oportunidad de tenera una famosa diva sentada al lado de nosotros sin la opcion de huir. No importa lo que se dijera, lo que se hiciera, ella tendria que seguir sentada ahi. Tan solo podria ausentarse unos minutos para ir al bano, pero despues tendria que volver a su silla al lado de nosotros. Esa era la oportunidad.
Una vez llamaron al abordaje, pude detectar que muchos de nosotros mirabamos con decepcion nuestro pasabordo al ver el lugar que tomaba esta mujer. Finalmente llego el afortunado, quien ademas venia tarde. Al ver quien le tocaba al lado, miro hacia la parte de atras del avion desde donde muchos lo observabamos, y lanzo una sonrisa socarrona mientras acomodaba su maleta en el compartimento de arriba. Hablaron todo el vuelo. Hacia el final, pude observar el intercambio de datos y un beso de despedida.